Por Alejandro Sciscioli
Hay una bodega que amé conocer y, luego, volver a visitar. Me refiero a Trapiche, en la cual estuve tres veces en el marco de distintos viajes vitivinícolas: una de la mano de Wines of Argentina, otra junto con Ricardo Fazzio y los amigos de In Vino Veritas Club Privado y, finalmente, una más con mis alumnos de la promoción 2020 de la carrera de Sommelier del Centro Garofalo.
En cada una de las oportunidades probamos muchos y muy buenos vinos, siempre presentados por el capísimo Sergio Casé, gran enólogo y excelente persona. De entre ellos siempre me llamó la atención la gran calidad del Trapiche Medalla Chardonnay, elaborado de una manera que permite al winelover disfrutar de un estilo de blanco que a este servidor, sinceramente, le encanta: con cuerpo y elegante presencia del roble.
Así fue que, en una muy tórrida noche de este insólito y caluroso invierno paraguayo de cuarentena, decidí descorchar un obsequio que había llegado a mi casa como cortesía del importador local, teniendo en cuenta un importante galardón obtenido por la casa de vinos mendocina en 2019: Mejor Bodega del Nuevo Mundo, otorgado por la publicación especializada Wine Enthusiast en los Wine Star Awards 2019. Claro, la etiqueta elegida era precisamente Medalla Chardonnay.
La idea era tener algo simple para poicotear (apenas unos quesos y unas pocas aceitunas) y disfrutar de este vino que siempre me gusta saborear. ¿Con qué encontré la copa? Con un vino de buena intensidad aromática, con notas a piña, durazno, un toque de miel y sutiles dejos terciarios (vainilla y un puntito ahumado). En boca es seco, de muy fresca acidez, cuerpo alto, con características de sabor que remiten a lo percibido en nariz (más un leve punto cítrico) y un final largo y muy agradable. Sin dudas, un vino que invita a otra copa, y luego a otra más.
Trapiche Medalla Chardonnay es elaborado íntegramente con esta variedad blanca a partir de uvas cultivadas en la zona mendocina de Los Árboles, Tunuyán, Valle de Uco. Tiene 9 meses de crianza en barricas francesas de roble y, si sos amante de este estilo de vino, ¡te matará de placer!
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