Por Luis Fioretti

¡Ahhh, Brasil! ¡Lugar de ensueño! ¡El país del Carnaval y la alegría, de las interminables y paradisíacas playas, el bossa y el samba, el Cristo Redentor, el fútbol, las mujeres voluptuosas y, ahora, también vino!

Una de las visitas más singulares de la Expo Vino 2014 estuvo encarnada por Juliana Zuncan, analista de Exportaciones de Miolo, la bodega de vinos finos más grande del Brasil.

Juliana trabaja en la parte comercial de los mercados externos de la viña hace 4 años, siendo esta su primera vez en Paraguay. Confiesa que en la bodega están muy felices con el desarrollo de la marca logrado por Brumado, su importador local. "Consideramos que hay gran chance para los vinos brasileños aquí, porque la gente se está sorprendiendo con la calidad que Brasil produce", afirma.

En línea con lo anterior, cuenta que el vino brasileño se diferencia del resto de Sudamérica por tener mucha más fruta, tanto en aromas como sabores, junto a un tenor menos cargado, menos fuerte, "dándose para ser bebido todos los días". Según la misma, en general recuerda a los vinos de estilo italiano, distinguiéndose Miolo por la calidad que busca ofrecer en sus etiquetas.

De hecho Miolo tiene por raíz la misma Italia. Su historia nace con el arribo a Brasil en 1897 de un inmigrante italiano, Don Giuseppe Miolo. Su primer paso fue comprar una tierra que tenía por nombre “lote 43”, el cual luego fue tomado por la etiqueta ícono de la viña.

Durante casi 100 años, él y sus generaciones posteriores trabajaron la tierra cultivando vides, pero es hasta 1990 que Miolo se convierte en Bodega. Enfocada en elaborar desde entonces vinos de calidad, hoy la finca exporta a 32 países, principalmente Bélgica, Inglaterra, Holanda, Alemania e Italia.

Miolo es el principal productor de vinos finos brasileños. "Hoy representa el 40% del market Share del Brasil en este segmento", siendo también importantes productores de espumantes. Sus cifras en cuanto a los vinos finos ronda una producción de 12 millones de litros, entre todas las fincas del grupo. En cuanto a espumantes alcanza los 3 millones de litros.

Miolo posee viñedos en varias zonas productoras en todo Brasil. La principal en Beto Gonçalves, en Rio Grande Do Sul, al sur del país. Otra de las principales en Bahía, al norte de la enorme nación, donde elaboran su principal producto del mercado interno, un espumante Moscatel, también presente en Paraguay.

También en la “región del Almadén, donde producimos los vinos con esta etiqueta tras comprar la bodega en 2009. Seival, donde producimos la línea Reserva, ubicada en la frontera con Uruguay, lugar que da vida principalmente a la cepa Tannat, junto al Merlot y Cabernet sauvignon”, explica la ejecutiva.

ALGUNOS DE SUS VINOS. Miolo tiene gran variedad de etiquetas, de las cuales destacamos algunas con Juliana.

La línea "Selección", es propiamente la etiqueta de entrada. "Reserva" es excelente para jugar con la variedad de maridajes que acompañan a la gastronomía en general, "por su buena acidez y estructura". "Terroir Colection", ya pisa el terreno de los vinos más Premium, que "solo se producen en cosechas muy muy buenas". "Quinta do Seival" es un producto muy importante de Miolo, elegido vino oficial de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. "Hacemos un trabajo muy importante con él, en Inglaterra".

Finalmente, "Lote 43" es el Icono de la casa. Logrado solo en cosechas especiales, la última en 2011, al punto que "aun no se sabe cuándo será la próxima, esperando el parecer de los enólogos". La cosecha vigente es un blend compuesto por 40% de Cabernet Sauvignon y 60% de Merlot, pasa un año y medio en barricas de roble americano y francés de primer uso y luego reñposa un año en botella. “Tiene un potencial de guarda de 10 años”, dice Juliana.

Cabe señalar que los últimos 5 años Miolo ha ganado unas 200 premiaciones entre todos sus vinos, alrededor del mundo.

Así, pasando al campo de los espumantes, destaca el reconocimiento que este año hizo el crítico inglés Steven Spurrier, eligiendo su espumante “Brut Millésime” como el mejor elaborado por método tradicional del hemisferio sur.