Por Daniel Fassardi
Salir a comer es uno de mis pasatiempos favoritos: en un país con cines incómodos y cartelera de mala calidad, poca oferta teatral, más la endémica falta de otras opciones de esparcimiento, la opción gastronómica se convierte en casi la única alternativa de hacer algo diferente.
Por eso siempre es un placer ir junto a mi cómplice de siempre, la querida S., para sentarnos a las mesas más diversas y dejarnos seducir, o no, por lo que vaya llegando a nuestros platos.
La experiencia que a continuación contaré ocurrió en dos capítulos. El primero fue a fines de octubre del año pasado y, el segundo, muy poquito.
Y entre ambos momentos hubo un cambio importante: el anterior chef de la casa, Pedro Giménez, cedió su lugar al más experimentado Carlos Recalde, quien en su momento montó la cocina de No Me Olvides.
EL LUGAR. Antes de contar la experiencia en sí, vale la pena hacer un alto para contar qué es lo que el sitio tiene para ofrecer.
Como es de público conocimiento, uno de los propietarios es Víctor Pecci, el mejor tenista paraguayo de todos los tiempos. Y ese es precisamente uno de los aspectos que se destacan con fuerza en la ambientación del sitio, con reproducciones de fotos de la época en que Pecci brillaba en los courts del mundo.
Ubicado sobre la avenida Santa Teresa, casi Herminio Maldonado (en las inmediaciones de Aviadores del Chaco, Victorino refiere también al nombre de pila del ídolo.
Y la verdad que el restaurante agrada desde el estacionamiento, muy amplio, siempre bien custodiado e iluminado. Luego, al ingresar, atrapa por sus espacios en el exterior, con una Terraza al frente y un Callejón al costado que termina, al fondo, en una barra. Ya adentro, hay tres ambientes bien definidos: un salón privado a la derecha, un ambiente con sillones y un salón amplio, todo dominado por un esmerado juego de luces y sombras que transforman a cada rincón de la casa en espacios muy acogedores.
En las dos ocasiones elegimos sentarnos adentro, debido a que el salón estaba muy bien climatizado.
LA COMIDA. Un detalle a tener en cuenta es que en la carta también se habla de tenis: hay un primer, un segundo y un tercer set para describir la propuesta en entradas, principales y postres.
En nuestra primera visita compartimos unas Gambas salteadas al ajillo (servidas con un mix de hojas verdes), plato que nos predispuso muy bien a esperar el principal debido al inesperado sabor que nos saludó el paladar: un toque ahumado puso emoción al plato.
Al principal también lo compartimos, debido a que S. estaba inapetente ese día. Se trató de Filete de ternera, que es un muy generoso medallón de lomito con una costra de queso roquefort y nueces, sobre un colchón de peperonata agridulce, más fideos con tomates cherry, albahaca y aceite de oliva.
Y no, no hubo tercer set, lamentablemente, debido a que S. no quería sumar calorías.
La segunda visita fue un festín. Primer set compartido compuesto de Calamares en una salsa de azafrán, cebolla, crema y caviar. El segundo set estuvo compuesto de Trucha en salsa de puerro (para S.) y Estofado de Cordero a la cerveza para mí.
El tercer set fue rematado con unos "Enrollados de canela", con la especia como protagonista central, todo acompañado de una bocha de helado.
Un comentario breve para resumir ambas experiencias: buenos sabores y óptimos puntos de cocción. Sin dudas volveremos para seguir sumando placer al placer.
Finalmente, otro aspecto que habla bien del sitio. Al ver la carta se observa la preocupación de utilizar insumos y algunas recetas típicas que ayuden al visitante extranjero a comprender la gastronomía autóctona (no olvidar que el restaurante se encuentra del Hotel Sheraton).
EL VINO. Como corresponde, no pudimos evitar la tentación de espiar la carta de vinos. La misma está bien armada, con un mix interesante de etiquetas y procedencias, aunque lo más importante es que los precios no son exagerados, así que no hay excusas para dejar de pedir una botella que acompañe la cena.
Los datos de “Victorino Cocina de un Saque”, son:
Dirección: Santa Teresa 2045, casi Herminio Maldonado.
Teléfonos: 021 612612 y 0984 612612.
Reservas también vía web: Victorino.com.py
Presencia en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
Horario: De lunes a sábados al mediodía y a la noche.
Victorino, un “maridaje” entre cocina y tenis
Usando la imagen de Víctor Pecci, máxima figura del tenis nacional de todos los tiempos, este restaurante propone una cocina que combina toques de autor con recetas e insumos típicos del Paraguay.
Marzo 23, 2014