El suizo Paolo Basso se consagró como Mejor Sommelier del Mundo 2013, en la competición llevada a cabo en Tokio a fines de marzo último.
Subcampeón del mundo en las ediciones 2000, 2007 y 2008, para este experto la cuarta fue la vencida, logrando imponerse a los otros 11 concursantes durante la noche de cierre, celebrada el pasado 29 de marzo.
Candidatos de 54 países compitieron durante tres días para intentar obtener el título de mejor sommelier del planeta y sustituir al británico Gerard Basset, quien ganó este Concurso Mundial en 2010, realizado en Chile, donde participaron candidatos de 48 países. Basset había ganado el concurso ese año, reemplazando al sueco Andreas Larsson, quien se impuso en 2007 en Rodas, Grecia.
Los otros dos puestos en el podio de Tokio 2013 fueron para la canadiense Véronique Rivest y el belga Aristide Spies.

PALOS Y CRÍTICAS. Pero no todas fueron rosas en torno a la noticia de la consagración de Basso. El Mundo Vino, portal especializado del diario El Mundo de España, publicó textualmente: “En el campeonato de Tokio, la incapacidad de los candidatos en la última y esperada prueba, la de cata a ciegas de vinos, impidió a sus contrincantes desbancar a Basso, quien no acertó ni uno solo de los vinos que se presentaron. Éstos eran un chenin blanc de Sula (India), un monastrell jumillano, un pinot noir israelí y otro pinot, pero éste de su patria originaria: un Beaune 1er cru Aigrots 2005”.
“Basso confundió el chenin blanc indio con un koshu japonés, y "colocó todos los tintos en Italia", informaba a través de Twitter la enóloga japonesa formada en Alemania Tomoko Kuriyama, cuya pequeña firma de 'négociant' en Borgoña, Chantegrives, está ganándose muchas alabanzas en la prensa internacional. Kuriyama ha seguido con atención el campeonato”, agregó la publicación.
Sudamérica estuvo muy bien representada en Tokio 2013, ya que la argentina Paz Levinson estuvo entre los 12 semifinalistas, un verdadero lugar de privilegio.