Por Florencia Parodi

Con el Cabernet Sauvignon somos viejos conocidos, el Malbec es casi un miembro más de la familia en la mesa… y ahora, lentamente una cepa se da el lujo de maridar a la perfección con nuestra parrilla. Hablamos de la Cabernet Franc. Vamos a presentarla como se merece. 

Originaria de Burdeos, es una de las madres de la uva Cabernet Sauvignon, de ahí algunas similitudes como la intensidad, los aromas a pimientos, la astringencia de sus taninos, sus notas especiadas. No obstante, da vinos elegantes, que, dependiendo de la región, pueden mostrar diferentes perfiles. 

A nuestra mesa, además de cortes de carne que hasta hoy recordamos, llegaron dos ejemplares de Mendoza, cada uno con sus propias historias. 

FOW CABERNET FRAN CASTIZO. Fow es el proyecto de Fabricio Orlando Wines, un enólogo de tradición familiar vinera; creció rodeado de vides y de mucha pasión por el vino. Luego de pasar por bodegas como Pulenta y Rutini, decidió crear vinos con su sello personal, su marca y sobre todo, su impronta. 

Fow Cabernet Franc Castizo es elaborado con uvas de Vista Flores, Valle de Uco. La fermentación se realiza en piletas de hormigón y luego, el 40% del vino pasa por 9 meses de guarda en barricas de segundo uso y el vino restante, se guarda en vasijas de hormigón; de esta forma, se logra un vino equilibrado, en el que la madera no invade, sino que aporta en su medida justa, la complejidad necesaria. 

Nos encontramos con un vino vibrante, de color rojo profundo y brillante. Respondiendo a su tipicidad, en nariz tiene intensas notas a pimientos, sobre todo rojos, a pimienta y sutiles notas de su guarda, algo de vainilla con toques ahumados. En boca es balanceado, con la acidez justa y un final persistente. Excelente compañero para arrancar la noche. 

MÁRTIR CABERNET FRANC. Mártir es una de las líneas de vinos de la bodega Lorenzo de Agrelo, el emprendimiento vinícola de Marcelo Tinelli y Hernán De Laurente. Dos amigos apasionados del vino que decidieron honrar su amistad con un proyecto que enclavaron en Alto Agrelo, el corazón de Luján de Cuyo. La bodega lleva el nombre de San Lorenzo, puesto que es el patrono de los vinicultores. 

“Mártir refleja el sacrificio. Desde sus orígenes, rinde homenaje a San Lorenzo, santo de quien nuestro proyecto toma su nombre, símbolo de una vida consagrada a la entrega y ferviente defensor de sus nobles principios e ideales”, versa el sitio web de la bodega Lorenzo de Agrelo. Hay 3 varietales en esta línea: Malbec, Cabernet Franc y Chardonnay. 

Mártir Cabernet Franc también llegó a nuestra mesa y desplegó todos sus encantos. Elaborado con uvas de Agrelo, cultivadas a más de 1000 MSNM, y con una crianza de 12 meses en roble francés. 

En copa se viste de rojo intenso y brillante, mientras que en nariz nos muestra varias aristas. Por un lado, la fruta roja como las cerezas, por otro, los toques herbáceos que lo hacen más “salvaje”, la pimienta negra, típica del varietal, y por supuesto, notas a vainilla, propias de la guarda. En boca es seco, sedoso, con acidez media y taninos bien firmes.

Ambos ejemplares de Cabernet Franc maridaron muy bien con nuestra potente parrilla, elevando la experiencia y por supuesto, el encuentro. Sin dudas repetiremos la experiencia y te animamos a vos, querido/a lector/a, a que armes la tuya.  

Las dos etiquetas ya están en nuestro mercado, además de las otras líneas de ambas bodegas. Si las ves en una góndola, no pierdas un segundo y llevate una botella (o más) a tu casa.