Navegar por internet, al contrario de lo que muchos piensan, es muy productivo. Especialmente si trabajamos en un medio de comunicación. Así, navegando, navegando, nos topamos ante una muy completa crónica escrita por el especialista argentino Fabricio Portelli en su sitio El Conocedor, acerca de una iniciativa que está llevando adelante la bodega argentina Altos Las Hormigas, que busca híper especializarse en Malbec a partir del “Proyecto Terroir, de Macro a Micro Terroir”, de la mano de un notable dúo de enólogos, Alberto Antonini y Pedro Parra.

En su texto, Portelli comenta todos los detalles e impresiones de una serie de vinos de la marca, degustados durante una presentación realizada en Buenos Aires a fines de octubre último.

Hechas las consultas al importador local de Altos Las Hormigas, nos enteramos de que la misma presentación muy probablemente llegue al país en algún momento del año próximo y, también, llegarán a las copas locales los nuevos vinos que han sido bien paridos por Parra y Antonini.

Entonces, por entender que se trata de un material de interés para nuestros lectores, a continuación reproducimos una muy interesante publicación desarrollada por la bodega en su sitio web:

En la última década el Terroir de Mendoza, en general, ha sido entendido por la comunidad vitivinícola como una uniforme colección de suelos aluviales. Siempre se pensó que la aptitud de cada lugar a la calidad fuese determinada por la altitud y el clima. Desde 2008 Altos Las Hormigas, con el respaldo de Pedro Parra, único especialista en suelo y Terroir de América del Sur, ha iniciado su propio Proyecto Terroir. Este proyecto está basado en el método Parra, enfocado en Geomorfología y Perfil del Suelo, y su influencia sobre el vino.

Los suelos de Mendoza son aluviales, lo que significa que han sido formados por la acción del movimiento del agua proveniente del deshielo de la Cordillera de Los Andes. El agua, mientras viaja a través de Los Andes, arrastra diferentes tipos de elementos del suelo, que finalmente deposita en el camino formando así los suelos a través de los años. Los diferentes suelos se han formado en función de la fuerza de la corriente de agua, la distancia desde Los Andes y el material que la corriente incorpora a lo largo de su carrera.

Todos los suelos de Mendoza están formados por una superposición de varias capas, correspondientes a las distintas épocas en las que se formaron; los suelos más viejos, al ser más evolucionados, tienen más capas. Las capas que tiene influencia sobre el viñedo son aquellas ubicadas desde la superficie hasta aproximadamente 5/7 pies (1,5 a 2,1 metros) de profundidad, lugar donde yacen las raíces.

CALIDAD DEL TERROIR. en Mendoza A pesar de su compleja naturaleza, los suelos y terroirs de Mendoza pueden ser clasificados a los propósitos de la calidad del vino. Una simplificada lista incluye:

Suelos Mediocres. El peor de los suelos es aquel con pobre porosidad, principalmente formado por partículas limo arcillosas, sin la presencia de grava. Estas capas impiden un buen drenaje y dificultan la penetración del agua de riego, y por lo tanto, hacen que el ambiente del suelo sea hostil para el cultivo de la vid. Como el agua no penetra, y el sistema de raíces de la vid sólo puede desarrollarse en una capa de limitada profundidad, la planta está expuesta tanto a secarse cuando no se la riega, como al exceso de agua cuando se la riega demasiado. El riego por goteo puede usarse para reducir el desequilibrio, pero los vinos suelen mostrar caracteres vegetales si se los riega con frecuencia, o taninos secos si se los riega poco, donde el perfil del sabor suele mostrar escasez de profundidad y persistencia.

Un segundo y muy común perfil infausto de terroir en Mendoza es aquel con profundas capas de arena gruesa. El exceso de drenaje en estos suelos, y la falta de arcilla necesaria para micronutrientes, hacen casi imposible para el viticultor poder mantener la canopia en equilibrio. Por lo tanto, no se puede lograr una buena madurez fenólica. El resultado es, nuevamente, un vino diluido sin profundidad, a causa de una incompleta evolución de los taninos.

Suelos de Calidad. En Mendoza principalmente se presentan en dos formas diferentes: Profunda mezcla de suelos arenosos/arcillosos, con una buena capa superficial, que muestra capas no compactas (capas con excesiva presencia de partículas limo arcillosas) y buena porosidad, permitiendo un profundo desarrollo de las raíces. Este perfil produce una buena madurez fenólica, ya que puede equilibrar su canopia muy bien, a través de períodos húmedos y secos.

Suelos aluviales con gravilla. Estos suelos incluyen una capa superficial de 40 a 80 cm, sin gravilla y buena porosidad, seguida por una capa más profunda con no menos del 30% del volumen de gravilla. Esto es un muy buen terroir para Malbec, pero le falta el componente arcilloso en la capa de la gravilla para hacerlo un terroir sobresaliente.

Suelos Excelentes. El mejor Terroir de Mendoza es aquel producido por las terrazas aluviales. Son homogéneos, con un alto contenido de piedras (30 al 50% del volumen del suelo) localizadas a no más de 90 cm a 150 cm de profundidad, con suficiente presencia de arcilla en la gravilla. Cuando la profunda capa de piedras se combina con una capa superficial de calidad, el vino tiene la profundidad deseada, debido a la muy buena madurez de los taninos.

Obviamente esta presentación, constituye una rápida descripción del ranking de calidad. Se pueden definir varios eslabones de calidad más, si se hace una descripción más fina, pero la presente descripción es suficiente para un nivel introductorio.

Macro y Micro Zonificación. La Micro y macro zonificación fueron estudiadas siguiendo la metodología desarrollada por Parra durante su trabajo de Doctorado en Terroir en la Universidad de Paris (Instituto Nacional Agronómico, Paris). Cada método tiene un propósito diferente. Combinando la vasta experiencia de Carlos Vázquez (más de 30 años en Viticultura en Mendoza), con la de Attilio Pagli y Alberto Antonini (más de 18 años de experiencia en la elaboración de vino Malbec en Mendoza), Parra ha sido capaz de usar su conocimiento para dibujar extensos mapas de las zonas de cultivo de Mendoza, identificando y clasificando buenas y excelentes áreas de suelos. La Macro Zonificación del Terroir ha sido aplicada para seleccionar cada Viñedo responsable de la producción de ALH Malbec Clásico y ALH Malbec Valle de Uco Terroir.

El mapa de Macro Zonificación fue desarrollado usando análisis geomorfológicos, topográficos y de suelo a gran escala. Se realizó un mapa diferente de macro zonificación para cada subregión de Mendoza, ej.: La Consulta, Vista Flores, Altamira. Este análisis apuntó a separar los diferentes fenómenos aluviales y coluviales de cada área, con el fin de crear una clasificación de calidad de los macro terroir de Mendoza, basados en el origen del suelo. Un segundo paso fue el de verificar el proyecto de clasificación con trabajo en campo. Nuestro equipo realizó calicatas de suelo en cada uno de los viñedos candidatos, previamente seleccionados por Vázquez, y ubicados en las áreas deseadas de los mapas. El perfil del suelo fue controlado por Parra, analizando cada calicata in situ. El programa de Macro Zonificación permitió a ALH tener una clara y científica clasificación para cada uno de los viñedos de donde proceden las uvas, así como una evaluación del potencial de añejamiento de cada terroir.

La Micro Zonificación es una práctica realizada para clasificar bloques de diferentes perfiles de suelos en una sola ubicación. Nos permite separar suelos con gran precisión, para determinar las parcelas de alta consistencia y características específicas. Este tipo de investigación se aplica sólo en lugares extraordinarios, que ya han sido previamente identificados a través de la Macro Zonificación y cuyos vinos han sido probados por el equipo técnico de ALH (Antonini, Pagli y Vázquez), con el objetivo de aprovechar el lugar de producción, a lo mejor de su potencial. En primera medida, la foto aérea del viñedo es convertida a mapa a través del DGPS, un sistema satelital de alta precisión (20cm). Esta precisión de la posición es clave para la selección hilera por hilera de uvas en los micro terroirs.

Luego, todo el sitio del viñedo es analizado con dos métodos separados: al análisis de la conductividad eléctrica y el análisis directo del suelo. Los dos análisis son entonces remitidos a encontrar las áreas con características de micro terroir sobresalientes. Al principio, se traza un mapa del viñedo, hilera por hilera usando la conductividad eléctrica del suelo a diferentes profundidades, normalmente a 75 y a 150 cm de profundidad. El mapa obtenido destaca las variaciones del suelo en el viñedo en esas profundidades.

Luego el viñedo es cavado en los diferentes puntos seleccionados en el mapa; cavando en tantos puntos como sea necesario (generalmente uno por hectárea), y cada calicata es analizada personalmente por Parra. Esta colecta de información es nuevamente analizada para definir aquellas áreas con diferente potencial dentro del viñedo, las cuales serán cultivadas y cosechadas de forma individual.

La Micro Zonificación del Terroir ha sido utilizada para producir ALH Valle de Uco Reserva y ALH Vista Flores Single Vineyard.

DESARROLLOS FUTUROS. El equipo de ALH, junto con Pedro Parra, tiene total dedicación al Proyecto Terroir. Este proyecto continuará durante los próximos años, porque creemos que hemos sólo arañado la superficie de su enorme potencial. Nuestros productos pueden ser enriquecidos más y más, a través de la investigación y nuestros mapas, los cuales deben ser desarrollados y refinados a medida que el trabajo de campo avanza. Nuestro futuro objetivo es producir vinos con más específica personalidad de Terroir, siempre creciendo en calidad y personalidad.

Para leer el artículo completo en su fuente original, clic acá.

Para leer el artículo completo de Fabricio Portelli, clic acá.