Por Alejandro Sciscioli
A esta altura de los descorches casi resulta una obviedad decir que los vinos elaborados por la bodega argentina Familia Zuccardi son garantía de calidad: nunca te fallan. Esa palabra, “Calidad”, en inglés se escribe “Quality”. E inspirados precisamente en esa voz inglesa, los Zuccardi utilizaron la primera letra y lanzaron hace 20 años al mercado para dar nombre a su línea Q, con la cual buscaban destacar esa particularidad, que hoy es sello distintivo de todos los vinos de la marca.
Recientemente, en Paraguay se celebró ese aniversario con un evento muy particular realizado en el restaurante Josephine, donde fueron descorchadas y servidas distintas añadas y variedades de esta emblemática etiqueta de Zuccardi.
Hubo espacio para el deleite, pues el menú de la cena maridaje estuvo perfectamente logrado y los vinos servidos se lucieron del inicio al fin. Pero también hubo espacio para la emoción y las sorpresas.
Gabriela Fines y tuvo la responsabilidad de abrir el encuentro y de realizar una introducción sobre lo que Q significa para los Zuccardi. Recordó también las diversas etapas de la construcción y posterior inauguración de la nueva bodega de la firma, en Valle de Uco. También tuvo participación destacada Christian Kennedy, gerente comercial de London Import, firma que representa, comercializa y distribuye los vinos de Zuccardi en el país.
¿QUÉ SE COMIÓ Y QUÉ SE BEBIÓ? El primer paso fue un muy rico Queso Paraguay grillado, mermelada de quinotos, y hojas verdes, servido con un sorprendentemente vivo, delicioso y tremendo Q Chardonnay 2004. Luego llegaron unos Ravioles de carne braseada y puerros con salsa de hongos y almendras tostadas, que fue el acompañante ideal de los “viejitos” pero estupendos Q Malbec 2000 y Q Tempranillo 2006, ambos con una impecable evolución en botella (de hecho, tranquilamente pueden ser bebidos dentro de unos años sin inconvenientes).
El tercer paso fueron unos Tournedos de lomito y crema de morrones ahumados, batatas horneadas y hojas verdes, que secundaron muy bien a los estupendos Q Cabernet Sauvignon 2003 y Q Cabernet Franc 2017.
Para el final, un Lingote de chocolate fue acompañado por el Malamado Malbec.
La emoción llegó de la mano de José Alberto “Pepe” Zuccardi y su hijo Sebastián, quienes en distintos momentos se dirigieron a los asistentes al evento en sendas videollamadas. Padre e hijo recordaron mucho de lo que significa Q para la familia, y también tuvieron palabras de mucho afecto por la familia Kennedy.
Como dice la letra del famoso tango Volver, “20 años no es nada”. Para Q, estas dos décadas de evolución significaron el tiempo que debía transcurrir para la necesaria consolidación de un prestigio que no para de crecer.
Por mi parte puedo decir que siempre sentí un cariño muy especial por la bodega Familia Zuccardi. Primero, porque cuando tuve oportunidad de conocer a los miembros de esa familia fue imposible no quedar cautivado por personas tan humanas y encantadoras. Pero además, esa fue la primera casa de vinos que visité en Mendoza, hace ya muchos años atrás, en un viaje verdaderamente inolvidable. Y Q estuvo por supuesto muy presente en esa gran experiencia.
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