Por Rubén Ibáñez

Uno siempre lee y escucha historias de personas que aman su trabajo y se apasionan con él hasta niveles muchas veces increíbles. En verdad no recuerdo si, personalmente, habré escuchado hablar a alguien con tanta pasión de su actividad profesional. Entonces, al sacar la primera conclusión luego de la charla con Mariela Castro, la joven sommelier de la importadora Andina SA, es que, definitivamente, adora lo que hace.

Era un día de bastante calor, así que agradecí mucho cuando me ofreció algo para beber. También recuerdo que su simpática mascota, un gato mofletudo y muy cariñoso, irrumpió y nos acompañó durante toda la charla.
Sentados en la sala, las preguntas surgieron solas y, así, rápidamente me enteré de que no es ninguna casualidad que Mariela sea parte del apasionante mundo de los vinos, porque siempre estuvo rodeada de esta noble bebida. ''Cuando era una niña, recuerdo que en casa se gustaba de la buena comida y detrás siempre había una buena botella de vino'', recordó y agregó que ''por la cultura vinícola que hay en Chile tomar esta bebida es como tomar terere aquí en Paraguay. Hay un vino para cada ocasión. Desde chiquita crecí en ese ambiente y le fui tomando mucho cariño''.

LA OTRA PASIÓN. Confieso que me gustó hablar con Mariela porque mantiene un hilo muy ordenado de conversación, palabras e ideas, fruto de su profesión de comunicadora recibida en la Universidad Católica de Asunción. De hecho, ejerció esta profesión por más de 10 años trabajando en producciones audiovisuales y, aunque esté un poco alejada hoy, siempre se mantiene al tanto.

''Yo no tendría problemas en pasar horas en la producción, edición, pero el tema está en que también le desgastas mucho a las personas que están contigo y que no se mueven en ese ambiente, entonces tal vez no puedan comprender el valor que tiene para vos hacer eso'', indicó.

Aunque alejada de su otra pasión, Mariela sigue trabajando en la comunicación, pero enfocada en el área de marketing en la empresa donde trabaja con toda su familia.

Ella es la menor de dos hermanos y, en el negocio familiar, le toca desarrollar trabajos de difusión de los productos en los  medios, más otras actividades de promoción, como desgustaciones y catas. También se encarga de las capacitaciones del equipo de la empresa sobre los productos que venden. Allí despliega su tarea de sommelier.

Y también trabaja ?horas extra? cuando se reúne con sus amistades. ''Mis amigos y otras personas me preguntan qué vino pueden tomar, y cuando ello ocurre yo siempre cuento la anécdota del vino en la cartera. Algunos hasta me calificaban de snob porque hacía eso''. ¿Cuál era su ''pecado''? En los tiempos en que comenzaba a salir le gustaba llevar su botella de vino en la cartera, y eso la convertía sin querer en el centro de atención de sus amigos, quienes preferían otras bebidas. Pero a Mariela Castro, la chica rebelde, no le pasó por la cabeza renunciar a ese vino que la enamoraba.

Pero el tiempo pasó, ''y la gente está muy abierta de aquí a unos años atrás. El mercado ha crecido bastante, hay una diversidad de vinos que antes no llegaban a Paraguay, las bodegas están viendo que este país es un segmento muy importante y está en pleno crecimiento''.

SIN MITOS. Mariela hizo una pausa, y en ese momento el gato mofletudo intentó beber varias veces beber del vaso con agua que la dueña de casa me había acercado, hasta que se salió con la suya.

Igualmente aproveché el instante y miré alrededor, un ambiente austero en el cual sobresalía un gran espejo y unos cómodos asientos. Luego me fije en una especie de aparador, donde había un paquete. No supe qué contenía hasta que Mariela fue y sacó para mostrarme una botella de vino que había traído de su último viaje a Europa.

''Ya se rompieron muchos mitos aquí, en Paraguay'', continuó Mariela, refiriéndose por ejemplo a que desaparecieron esas ideas erróneas de que el vino rosado es una mezcla del tinto y del blanco o que esta bebida solamente se puede consumir en invierno. ''Basta también con dar una pequeña vuelta por los principales restaurantes de Asunción y descubrir sus amplias listas de vinos. Todos sabemos que una botella de vino no es de primera necesidad, pero tienen buena salida; los paraguayos aprecian hoy los buenos productos y están dispuestos a pagar por ello'', destaca.

ALTA GAMA. Andina SA es una empresa especializada en la venta de vinos de alta gama. ¿Por qué? ''Porque notamos un hueco en el mercado'', respondió. Andina satisface la necesidad que tenía el mercado en ese momento, también al derecho que tiene el consumidor de disfrutar lo que gusta.

Mariela dijo que antes la gente se cerraba mucho a productos que el mercado le ofrecía en ese momento. El objetivo es entonces que la gente pueda consumir y adquirir los vinos que desee en su país, sin pagar sumas excesivas por ello.

Otra de las metas que se ha puesto la empresa es que los distribuidores no solo vendan una botella, sino toda la historia que encierra ese producto, la cultura que transmite, quiénes están detrás. ''Eso es lo que buscamos con cada botella vendida'', señaló.

Suele ocurrir errores cuando se intenta solo vender un producto, sin tener en cuenta el cliente, su entorno, sus gustos, toda su idiosincrasia. Por eso antes se debe realizar todo un proceso para que la gente conozca lo que va a comparar, que sepa de hombres influyentes en esta área como Michel Rolland u otros, y que finalmente pueda disfrutar de su vino. ''Eso es hacer cultura e impartir conocimiento'', destacó.

MUJERES CON BUEN OLFATO. Si algo no le había preguntado hasta ese momento, era cómo se siente trabajando como sommelier al lado de otros hombres que hacen lo mismo que ella.  Mariela dijo que más cómoda no podía estar, y que no importa lo que uno sea, solo debe hacer bien su trabajo. Además sostuvo que las mujeres poseen un olfato más desarrollado que los hombres a la hora de catar y apreciar las virtudes de un vino.  ''Ese es un plus que tenemos''. Además a la gente le encanta  ver que las mujeres vayan ganando terrenos en esta área, las personas se abren a las sugerencias y a las cosas nuevas.

Mariela trabaja exclusivamente dentro de la empresa, aunque a veces accede a realizar trabajos de asesoramientos a restaurantes para la confección de sus cartas  a fin de que complementen con los vinos adecuados para que haya un buen mix de etiquetas que sean acordes a los platos de la casa.
Desde luego no podíamos dejar de saber lo que opina Mariela de los vinos de su país, a pesar de que  ella se siente como en sus casa en Paraguay. ?Los vinos chilenos están en auge?, aseguró y explicó que, a su criterio, los vinos argentinos tienen una mayor producción por las características de su región, pero Chile también tiene muy buenas uvas, gracias al clima y la calidad del suelo, que redundan en excelentes productos.

No obstante reconoció que en el mercado paraguayo hay mayoría de vinos argentinos, lo se da por la cercanía misma, puesto que son países vecinos, ''entonces las botellas se adquieren con mucha facilidad. El gobierno argentino también declaró al vino como su bebida oficial, una campaña muy agresiva y fuerte que emprendieron, y eso llegó a  muchos''.

Con respeto a Paraguay y Chile hay una mayor distancia, reflexionó. ''Los Andes son una gran barrera que se debe pasar. La distancia también juega en los costos.  Pero felizmente se aprecian bastante los vinos chilenos, y  hay aquí consumidores que lo valoran mucho''.

Mariela indicó que los chilenos también venden vinos argentinos y que su empresa comercializa una buena cantidad de etiquetas de ese país.

''Eso no ocurre con los vinos chilenos en Argentina. Ellos son mucho más proteccionistas y rigurosos. En Chile como que se trabaja forma más callada, con perfil bajo. Yo entiendo que no debería ser así, se debería trabajar con otra estrategia en ese sentido'', dijo.

Quien conoce de los vinos chilenos sabe que son productos de excelente producción. En este sentido, la sommelier indicó que Chile también se especializa en vinos de alto vuelo, aunque también hay etiquetas pensadas para todos los segmentos, pero siempre manteniendo un nivel considerable de calidad.
Y cuando hay tiempo libre, ¿qué Hace Mariela? ''Leo libros y revistas referentes a mi trabajo. Me apasiona lo que hago, me gusta mucho, no me veo haciendo otra cosa. En mis momentos de descanso no logro deshacerme por completo de lo que me hace bien. Me gusta mucho aprender, cuando viajo y pruebo una botella, anoto luego investigo más sobre esa etiqueta''.

Para Mariela Castro el aprendizaje debe ser una constante así como la actualización en el trabajo que uno lleva  adelante. Ella lo toma muy en serio y lo más importante es que disfruta mucho haciéndolo.

Al comienzo decía que no había escuchado a alguien hablar con tanta pasión de su trabajo. Tras leer estas líneas, amigo lector, seguramente coincidirás conmigo.