Por Rubén Darío Lugo

Burdeos es una famosísima región francesa frente al océano Atlántico, que agrupa a un puñado de las más prestigiosas denominaciones de origen (DO) controladas del mundo. No es extraño, pues, experimentar un sublime placer cuando se sabe que el entrevistado de la ocasión es nada menos que Jean-Michel Garcion, director de Château La Croizille, quien habla de la zona de referencia y de las múltiples características de los terroir que imperan en esa parte de Europa.

Aunque las comparaciones son odiosas, la conversación inicia en torno a Argentina y Chile, las procedencias que predominan en el país. “La gran diferencia con los vinos de esos países es que en Burdeos encontramos en un mismo suelo distante sólo a kilómetros uno de otro una inmensa diferencia en cuanto a características. En 15 hectáreas se pueden tener 12 tipos de suelos diferentes”, expresa.

Hay en la región un río llamado Gironda, en cuya margen izquierda hay un suelo arenoso y pedregoso más adaptado para el Cabernet Sauvingon; pero en la margen derecha el suelo es calcáreo y arcilloso, más apto para el plantío de la uva Merlot, según refiere.

La explicación del experto -quien vino al país para acompañar el desembarco de algunas etiquetas de DeMour al país- continúa con la altura en la que están los viñedos en Burdeos: de 100 a 120 metros sobre el nivel del mar. “Si tienes un viñedo con exposición al sol Norte-Este, se preferirá contar con una uva Merlot, porque tiene un ciclo vegetativo menor y le favorecerá en su maduración. La humedad es muy importante, porque ayuda a favorecer la maduración de la piel de la uva (maduración fenólica, la más importante)”.

Garcion enfatiza que dentro de la uva hay agua, azúcar y acidez, por lo que la característica esencial de la misma está presente en la piel, es decir lo que constituye el ADN, como el color, los aromas y la estructura.

Le consultamos si existen algunas regiones de Burdeos donde será “más fácil” desarrollar las variedades, a lo que responde que depende del suelo y del clima, ya que cada año los viñedos deben adaptarse al cambio constante.

“Si comparamos con cosechas de Argentina y Chile, estas son muy parecidas y existe relativamente poco cambio. En Burdeos está prohibida la irrigación y dependemos de la naturaleza, por lo que existen muchas diferencias entre una cosecha y otra. En general, los factores diferenciadores de los vinos de Burdeos son la elegancia y la fineza; además de que la acidez es muy natural, a diferencia de otras regiones del mundo donde se puede hacer una corrección de acidez, con ácido cítrico o tartárico”, apunta el entendido.

LAS PROPUESTAS. Con respecto al desarrollo de las marcas del grupo francés en Paraguay, sintetiza que Les Charmilles Cotes de Gascogne es un vino blanco que proviene de la región homónima, ubicada en el Sudoeste de Francia, próxima a Burdeos. Es muy frutado y aromático, de gran frescura en la boca, con bastante acidez. Es un  ensamblaje: tiene Colombard (75%), más Ugni Blanc, Gros Manseng y Chardonnay.

De aquí saltamos al Bourdeux Superieur Chateu Tayet, producido en un área muy cercana a la famosa Margaux, con ensamblaje 55% Merlot, 35% de Cabernet Sauvignon y 10% Petit Verdot.

También está el Chateu Tour Baladoz Saint-Émilion, clasificado como Gran Cru y ubicado en la parte más alta de la denominación; como corresponde a un vno de la “orilla derecha” está compuesto mayormente de Merlot (70%), más 20% de Cabernet Franc y 10% de Cabernet Sauvignon. 

Asimismo se encuentra en el país Chateu Haut Breton Larigaudiere, un Margaux  que es 90% Cabernet Sauvignon, más Merlot y Petit verdot.

Château La Croizille, finalmente,  es también Saint-Émilion Grand Cru, según destaca.



MERCADO LOCAL. Respecto de la evolución que percibe del mercado paraguayo, dice que hace cinco años, cuando vino a Asunción por primera vez, solamente encontraba vinos de procedencia chilena o argentina, pero que actualmente el consumidor local espera una oferta diferente y que los hábitos evolucionan conforme el público se incorpora a la globalización a través de internet, el smartphone y las redes sociales.

En la filosofía de Jean-Michel Garcion hay mucho respeto por la uva, por eso despliega su propuesta, mencionando que se trata d vinos con garantía de calidad, que provoca fineza en la nariz, frescura en la boca y un toque sutil de elegancia.

“No producimos probablemente vinos potentes, como los chilenos o argentinos, pero trabajamos con la fuerza que tenemos”, valora este privilegiado actor de la producción vitivinícola de una de las regiones más sublimes en la elaboración de la bebida.

Los vinos de Château La Croizille son representados y distribuidos en Paraguay por El Toque Francés. Es posible conseguir sus etiquetas en diversas tiendas especializadas y restaurantes, aunque vale destacar que el café Delice de France (Quesada y Cruz del Chaco, Asunción)  es el sitio donde puede encontrarse la gama completa, ya que el sitio pertenece a los mismos propietarios de la importadora.

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