Por Alejandra Gavigán
La Expo Vino 2018 dio pie para que se pueda conversar con protagonistas del noble fruto de la vid de los más variados países. Una de esas sabrosas charlas se dio con Pedro Pohlman, miembro del equipo enológico y encargado de turismo de Establecimiento Juanicó / Familia Deicas, de Uruguay.
Brasileño de nacimiento y charrúa por opción, Pedro tuvo la gentileza de hacer un breve alto en su tarea de explicar los vinos a los wine lovers que se acercaban al espacio de Brumado, importador de la marca en el país, para explicarnos las especialidades de las tierras orientales y adentrarnos al fabuloso mundo del tan publicitado pero poco degustado Tannat (al menos en Paraguay).
- ¿Qué hace a Juanicó tan único?
- Lo que nos hace únicos es que estamos en un sitio muy privilegiado en el sur de Uruguay, un lugar donde hay mucha insolación pero también un clima fresco muy grande que permite que cepas muy exigentes como la Tannat maduren perfectamente bien, logrando mucha azúcar pero manteniendo una acidez fresca y taninos excelentes, porque la maduración se estropea cuando la temperatura sube mucho. Entonces, sol y una temperatura más amena permiten hacer vinos con mucho potencial pero con una elegancia del viejo mundo, como Preludio, un assemblage de 6 cepas (Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tannat, Merlot, Marselán y Petit Verdot) que tiene tres años de crianza roble, más tres de botella, con una guarda gigante que evoluciona muy bien a lo largo de los años.
- ¿Cómo ves a los consumidores acá en la Expo Vino?
- Es muy interesante, yo veo un consumidor que entiende de vino, le gusta tomar vino, está dispuesto a conocer cosas nuevas, y estoy muy contento porque nos llegan pidiendo: "quiero Preludio" o "quiero Don Pascual", que es un vino que hacemos nosotros también, entonces quedamos bastante contentos.
- ¿Qué presentaron en la feria?
- Estamos presentando 3 líneas. Un Pinot Noir de la línea Reserva de Don Pascual, que es un vino del Establecimiento Juanicó, nuestra bodega grande, la bodega madre, hecho con uvas que vienen de un viñedo con una producción más chica y se hace una fermentación con una maceración muy delicada. Después la línea Roble tenemos un Tannat, que fue un precursor en Uruguay de la categoría, con ocho meses de crianza, un vino estructurado con muchos frutos negros, con una boca bastante grande pero taninos muy presentes y dulces al mismo tiempo en el sentido de que son muy redondos y nuestro vino ícono, el Preludio.
- ¿Por qué se llama Preludio?
- Tiene que ver con la idea que se tuvo en la bodega desde el principio, desde su nacimiento, con la idea de que Uruguay puede hacer grandes vinos. El establecimiento hace la primera exportación.
- ¿Cuáles son las sorpresas que se vienen para las cosechas siguientes?
- Trabajamos con el concepto de single vineyard: tenemos viñedos distintos en lugares no muy esperados y con un manejo de suelo muy específico. Por ejemplo, algunos viñedos son extremos, con suelos dinamitados, de situaciones que a veces para la vid son muy estresantes pero que permiten que se desarrolle de una forma excepcional, es un producto que estamos lanzando en Uruguay en estos momentos, y todos los single vineyards que son viñedos minimalistas hechos con muchas cepas de un solo espacio.
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