Sabrosas carnes asadas en sus distintos puntos de cocción, atención esmerada a pesar de estar siempre a pleno y diversidad de ensaladas y postres son los pilares del éxito de la Churrasquería O Gaucho, un restaurante que ya se ha transformado en un clásico asunceno.
Recientemente, la casa decidió invertir en el cerramiento y refrigeración de una gran parte de su amplio quincho y, además, construyó una cava que será sin dudas la envidia de muchos establecimientos gastronómicos de la ciudad, tanto por la variedad de etiquetas como por la manera funcional y espaciosa en que ha sido montada.
“Allá por el año 2000 comenzamos nuestra historia en un local sobre la avenida Eusebio Ayala y Amancio González. Luego vinimos acá (Pacheco esquina Mc Arthur) el 27 de julio de 2004 y lo que hacemos esta noche es la reapertura de nuestra churrasquería”, explica Eliseo Clovis Nuhl, propietario y anfitrión.
El empresario señala que para las reformas, que además de lo relativo al cerramiento y refrigeración incluye nueva ambientación, mantelería y muebles, se trabajó con dos arquitectas, quienes aportaron su experiencia para “dar a nuestros clientes algo que ya debíamos: tener un espacio con más calidad y comodidad para todos”, agrega.

ROMANCE CON EL VINO. “Era un sueño mío tener una cava con una gran amplitud de vinos. Y quiero dar a los clientes más opciones para que puedan elegir la etiqueta que más le guste”, puntualiza Eliseo, quien destaca además la participación del sommelier Lionel Marguet, ejecutivo comercial de la firma importadora Ramírez Díaz de Espada (RDE). “Él fue nuestra luz en este tema, ya que condujo el cursillo a los mozos sobre cómo sugerir y ofrecer los vinos correctamente”.
El empresario resalta además el destacado apoyo de una de las marcas de RDE, la chilena Concha y Toro, en la fiesta de reapertura del local.
La cava se encuentra al final del salón principal, donde también están las islas para ensaladas. Refrigerado las 24 horas, totalmente vidriado y a media luz, deja de todos modos entrever los tesoros que hay allí dentro: grandes hijos de Chile y Argentina y, además, tres de las marcas más renombradas de Champagne: Ruinart, Veuve Cliquot y Krug. Un lujo, sin dudas.