Por Alejandro Sciscioli

Al 1700 de la calle Austria, casi en la intersección con Viena, durante muchos años funcionó un restaurante y cervecería muy especial, cuya fortaleza radicaba en la elaboración artesanal de sus propias cervezas. Mucha gente aún hoy recuerda las largas tertulias vividas en aquellas inolvidables terrazas, siempre comiendo y tomando muy bien.

Pero el tiempo pasó, y por diversos motivos sus propietarios decidieron cerrar el Salón Austria, quedando el nombre por largo tiempo en la memoria de la mayoría de las personas que tuvieron la dicha de pasar alguna velada allí. Tanto fue el éxito del lugar que, por años, un lamento generalizado escuchado a muchas personas era: “¡qué pena que cerró!”.

Hoy, seguro que los nostálgicos estarán de parabienes, al igual que quienes no hayan conocido a tan tradicional espacio de la gastronomía asuncena: a fines de mayo, gracias a la pasión y el empuje del matrimonio compuesto por Germán y Rocío Bogado, vio la luz el Nuevo Austria, con formato y propuestas totalmente novedosas, pero al mismo tiempo manteniendo a la cerveza artesanal como el eje central.

Picada y cervezas mediante, Germán Bogado explicó que llegar a la apertura llevó más de dos años de trabajo. Primero, él y su esposa tuvieron que comprar la propiedad y luego iniciar un largo trabajo de puesta punto, que incluyó reformas edilicias y la adquisición del equipamiento con el que la casa, hoy, elabora sus cervezas artesanales.