Por Luis Fioretti
Entre Pammela Miers y Luciana González hay un gran “feeling”, siendo la primera quien maneja el segmento bebidas de la importadora EDESA y, la segunda, representante del Grupo Talleyrand. De hecho, juntas son las madres de la nueva carta de bebidas 2017 que el grupo gastronómico ofrece a sus clientes, la cual tuvimos oportunidad de conocer el pasado 15 de noviembre en el salón de eventos “Talleyrand Costanera” en una cena exclusiva para conocerla.
Tiene su historia. Arranca éste año cuando Luciana le cuenta a Pammela que Talleyrand desea ampliar sus horizontes en cuanto su oferta de bebidas, en referencia a las ofrecidas para eventos en el mencionado Talleyrand Costanera. “Como ya hay gente que consume diferentes tipos de vinos en Paraguay, ya busca diferentes opciones. Entonces en Talleyrand llegaron al punto que dejaban de vender vino y permitían el descorche por parte del cliente, precisamente por falta de opciones”, cuenta Pammela.
Y dado que las dos empresas en sí ya se conocen y tienen una historia de 40 años trabajando juntas, la armonía de ideas entre estas damas fue natural. Así, durante 2 meses estudiaron el menú que ofrece Talleyrand y analizaron cómo combinarlo con las opciones de Edesa “en vinos y otras bebidas”, según explica Miers.
Por si fuera poco, no se trató de colocar exclusivamente las bebidas de EDESA, sino que también se trabajaron las marcas de otras casas importadoras dado que la carta pertenece a Talleyrand, siendo su meta la creación de la carta de bebidas más adecuada en precio-calidad a la variedad del menú disponible para los eventos.
Una vez culminado el “trabajo de parto” con la carta, dijeron “tenemos que comunicarlo, no podemos dejarlo acá. Nos sentíamos orgullosas del logro, y además, la gente se tiene que enterar”, recuerda Pamme. Y tras barajar opciones Luciana dijo: “Pamme, ¡y si invito a las novias que ya tienen fecha reservada para el 2017?, porque al fin y al cabo ellas son quienes van a elegir el menú para sus eventos”. Y así, junto con las novias a punto de contraer nupcias, se invitó a la prensa y resolvieron hacer una cena maridaje.
SOBRE CENA, LA CARTA Y OTRAS NOVEDADES. El evento salió perfecto. Fue una cena de 4 pasos, participando un bello grupo formado por las novias, quienes en algunos casos estuvieron con sus novios, en otros con sus familiares, junto a los más prestigiosos medios de prensa sobre todo los especializados. “Quizás las novias no eran tan conocedoras, pero el hecho de hacer el maridaje fue un puente entre lo que ofrecemos y lo que ellas querrán compartir con sus invitados, sirviéndoles la experiencia para tener en mente lo que querrán brindar esa noche tan especial”, recuerda Miers.
La nueva carta de bebidas cuenta con 56 páginas, entre las cuales encontramos variedad de bebidas destacando 60 etiquetas de vino, gran parte perteneciente al portfolio de Edesa, pero no en exclusividad, recordando como ya dijimos que la carta es de Talleyrand.
También en el evento se lanzó una nueva opción, denominada “Wine Bar”. ¿Qué significa? Dentro de las opciones de catering para sus eventos, ahora se suma “WB”, una barra pensada en la degustación de 4 a 6 vinos, en dos categorías: Básica, con 4 etiquetas y Premium con 6. La barra funciona, de acuerdo a la categoría, con 4-6 estaciones donde se cuentan opciones diferentes de vinos maridados con ciertos platos acordes.
“Así, en vez de hacer las entraditas que normalmente se hacen en los casamientos, tenés el WB en el que la gente se acerca a hacer el maridaje”, destaca la dama de EDESA. El WB estará acompañado de personas conocedoras de vinos, quienes serán guías para que la gente pueda hacer el recorrido por las estaciones. En este caso, sí, todos los vinos serán de Edesa.
Piccini, Errazuriz, Trapiche y Ventisquero, las 4 principales marcas de vinos de la importadora, forman parte integral de la barra. “También estaremos incluyendo El Esteco, que ahora está en proceso de registro de marca. Estaría oficialmente dentro de nuestro portfolio para marzo con las marcas Don David, Ciclos y Altimus”, señala Miers.
LA CENA. Al llegar a la noche del evento de presentación se hacía un recorrido, iniciado en el salón VIP de espera, donde se montó una muestra del “Wine Bar” para que los presentes, en especial las novias, tengan la experiencia del mismo, en su versión de 4 estaciones. Los vinos aquí fueron los mismos que serían luego maridados en la cena. En todo momento las novias estaban acompañadas por Pammela, quien las guiaba en torno a lo que probaban, para llevar a lo óptimo su experiencia.
Una vez que todos los participantes pasaron por el WB, “ingresamos al salón principal para disfrutar la cena maridaje. Hecha en los mencionados 4 pasos, el primero fue mostrar las bondades del espumante rosé de la bodega boutique española Cava Vilarnau. De origen familiar, “es una bodega súper especializada en su Denominación de Origen (Cava). Su producto tiene 15 meses de guarda, y fue adquirida recientemente por el Grupo González Byass. La etiqueta acompañó a una entrada de queso de cabra en colchón de rúcula con crocante de panceta”.
El segundo paso fue para el Aconcagua Costa Sauvignon Blanc, de Viña Errazuriz, también parte de los vinos premium de la carta. Venido de una de las zonas top y en pleno auge de los valles chilenos (terruños costeros del Valle de Aconcagua), cuya calidad se tradujo en ser el vino más consumido de la noche. Fue acompañado por unos sorrentinos de lenguado con salsa de limón y alcaparras. Aquí la ocasión nos permitió saber un poco más sobre el Wine Bar, cuando Pammela contó que esta etiqueta es parte de la opción de 6 estaciones, la Premium.
El tercer paso lo dio Piccini Memoro tinto, el vino que más tiempo demandó, porque Talleyrand apuesta mucho a ésta marca en general, que es incluida en promociones fantásticas, como el “2x1” o el “martes de chicas” donde a un grupo de 3 mujeres se les recibe con una botella de Memoro. “Es un vino sumamente agradable, pensado en eso, en agradar a la gente, especialmente aquellas personas que se inician en el vino. Creado en conmemoración a los 20 años de producción de la familia Piccini en Italia, sus uvas provienen de los 4 puntos cardinales italianos originarios de las uvas que le dan vida”.
“Es el vino que le está gustando mucho a las chicas, precisamente por ser agradable y accesible. Además, un detalle: ¿cuándo te dan a probar un vino italiano en un casamiento? ¡Es un punto extra en la boda!”, destacó Pamme. Luego, cada una de las novias dio su opinión de ésta etiqueta, en general, con pulgares muy en alto. Acompañó a un plato de osobucco en su estofado con polenta.
Finalmente, el cuarto paso fue con Ciclos Malbec, de Bodega El Esteco. Se maridó con un cordero al curry con reducción de balsámico y miel, con bombas de mandioca y harina de maíz.
Por supuesto la ocasión dio para el alargue, terminando pasada la medianoche. Entre charlas y charlas, una anécdota surgida con respecto a la bodega Piccini se nos quedó grabada, como broche para la nota: Pammela contó que un grupo de clientes de EDESA viajó a Europa, y a su paso de 3 días por Italia, la misma EDESA les invitó a conocer la bodega Piccini. Aceptaron la invitación y al ser recibidos allí, como clientes de la firma nacional, la atención fue tal que quedaron encantados. Por supuesto, las novias presentes en la cena maridaje tomaron nota y manifestaron que planificada la luna de miel en Europa ¡ya quieren incluir Piccini en su recorrido!
En fin, la carta 2017 de Talleyrand está pensada para dar lo mejor. ¡A aprovecharla!
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