Por Rubén Darío Lugo
El fenómeno climático siempre es atentatorio ante las aspiraciones y el potencial de la producción vitícola mundial, y de ello acusa recibo nuestra región de América del Sur, puesto que como consecuencia del fenómeno El Niño, disminuyeron en 2016 las producciones de vino en Brasil, Argentina y Chile, principalmente, según se desprende de un reciente reporte de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
En su informe anual “Coyuntura Vitivinícola Mundial”, presentado este mes, el organismo nos ilustra sobre todo lo ocurrido en el sector vitivinícola mundial durante el 2016, sí, el gigante sudamericano (nuestro vecino Brasil) redujo en un 55% su producción vitícola, con 1,6 millones de hectolitros, mientras que en el Río de la Plata las cifras llegan a 9,4 millones de hectolitros, es decir una reducción del 29% respecto de lo acontecido un año antes. Chile, por su parte, también sufrió la disminución a 10,1 millones de hectolitros, lo que supuso un bajón del 21% en su producción con relación a 2015.
Europa no sufrió tanto, puesto que experimentó una reducción de 2,5%, alcanzando 162 millones de hectolitros producidos el año pasado, manteniéndose Italia en niveles elevados (aumento del 2% con respecto a 2015), España con similares porcentajes (1,7% más), en tanto que Francia y Portugal -dos bastiones internacionales del vino- redujeron su producción en 7% y 15%, respectivamente.
En 2016, la producción mundial de vino (excluidos zumos y mostos) alcanzó los 267 millones de hectolitros, lo que supone una reducción de 9,3 millones con respecto a la producción de 2015.
MENOR CONSUMO. Pero no sólo en la producción se sintió una coyuntura adversa, según informa la OIV, puesto que el año pasado el consumo interior de los países de América del Sur también disminuyó: Argentina un 8% menos, Brasil un 12%; y en contrapartida Chile salvó la plata y anotó un aumento el año pasado del 5% respecto de 2015.
La caída del consumo se suaviza en los países europeos tradicionalmente productores y consumidores. Francia tuvo un ligero descenso, en tanto que España y Portugal se mantuvieron estables. Italia experimentó un considerable repunte por segundo año consecutivo y Reino Unido volvió a registrar un aumento en su mercado interior. Se calcula que el consumo mundial de vino en 2016 asciende a 242 millones de hectolitros, lo que representa un ligero aumento.
COMERCIO. En cuanto al comercio internacional de vinos, y siempre poniendo el foco en los actores regionales más importantes, se observar que aumentó el volumen de exportaciones de Chile, mientras que disminuyó el de Argentina. El mercado internacional, considerado como la suma de las exportaciones de todos los países, alcanzó en 2016 un volumen de 104,1 millones de hectolitros, lo que equivale a una reducción del 1,2% con respecto a 2015.
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