Por Alejandro Sciscioli

Es un gusto escuchar a la sommelier Mariella Gavilán Cessa cuando habla. Aunque es tímida e introvertida, siempre tiene algo interesante que decir. Y más si el tema de conversación es el vino y, además, tiene a su cargo la presentación en sociedad de una nueva bodega, en este caso la argentina Los Haroldos.

El día puntual en que transcurrió esta historia fue el 10 de octubre pasado, cuando Mariella tuvo la voz cantante en la cata que se desarrolló en El Molinillo de Café, ese bello bar y confitería que funciona en el supermercado gourmet Casa Rica.

Con breves participaciones, la experta fue comentando los detalles de cada producto, explicó las particularidades de la casa de vinos y despejó cada una de las dudas que los presentes iban exponiendo.

Primeramente, como aperitivo, se combinaron unos Canapés con caviar negro, ostras y camarones, sobre un colchón de hojas verdes, con Los Haroldos Extra Brut. Compuesto por 70% de Chardonnay y 30% de Sauvignon Blanc, este espumante presenta unas excelentes burbujas, finas y muy persistentes. Su color es amarillo suave y delicado y en nariz aparecen toques frutados, una nota cítrica (pomelo), miel y una leve nota floral. Su boca es fresca, vivaz y suavemente untuosa; en retronasal aparecen notas a manzana verde.

Luego llegó Los Haroldos Rosado de Malbec, maridado con un Arrollado de pollo relleno, mini sopa paraguaya con champiñones y tomate relleno. Encanta con un muy delicado color rosado suave y brillante y su rica nariz frutada, con claras notas a cereza y frutilla. En boca se destaca por su acidez y frescura, más un leve dulzor. Por su ligereza y frescor es ideal para aplacar los calores que hoy nos agobian.

En tercer término se degustó Los Haroldos Torrontés. Si bien proviene de viñedos mendocinos ubicados en Maipú, nada tiene que envidiar a otras etiquetas salteñas. De color amarillo muy suave, casi traslucido, posee una nariz muy ligera y suave, con levísimos toques a lichi, jazmín y azahar. En boca vivaz (por la presencia de gas carbónico residual), con buena acidez y frescura; al final aparecen retrogustos con notas florales muy perfumadas.

Finalmente, Los Haroldos Malbec Roble 2011 llegó a las copas, acompañado de un Mousse de chocolate, con nueces, y micro galletitas Oreo. Su color es rojo rubí con matices violáceos. En la nariz, muy interesante, sobresale la fruta roja (regaliz y cereza), más una nota a chocolate y café y un toque lácteo. En boca es redondo y sedoso, fresco y con un leve toque dulce, algo picantito y con un retrogusto frutado y con notas a chocolate y especias.