Por Alejandro Sciscioli

Sin miedo a equivocarme puedo asegurar que el Wine Bar & Co. es un muy bello lugar donde realizar productivas reuniones con clientes. Y claro, es también un sitio más que adecuado para  finalizar relajadamente la jornada laboral. 

Ahora, en la terriblemente calurosa tarde del primer miércoles del año, estoy sentado a la mesa de este tranquilo reducto ubicado en el sector de Terrazas del Paseo La Galería, y tengo en la copa un vino blanco tan atractivo como novedoso. Es por ello que, mientras aguardo la llegada de la persona con quien debo reunirme, procederé a escribir mis impresiones sobre la etiqueta en cuestión.

El lector atento habrá notado, al observar la foto con la que se da apertura a este texto, que estoy hablando de un vino cosecha 2015, ensamblaje de Chardonnay (casi 70%), más Viognier, Marsanne y  Rousanne elaborado por los enólogos de Viña Emiliana, la casa chilena de vinos que trabaja y certifica sus producción con las filosofías orgánica y biodinámica.

Todas las uvas con las cuales este vino se elabora fueron cultivadas en la fresca zona de Casablanca, tierra de donde salen maravillosos blancos, con un muy bajo rendimiento de 4 toneladas de uva por hectárea. 

¿Qué me pareció? ¡Muy rico! A la vista se percibe limpio, de color dorado, brillante y con lágrimas densas que caen lentamente. En nariz presenta una intensidad media en la que primeramente aparecen notas cítricas, más sutiles toques florales, frutales (durazno), miel, aromas tostados y, también, algunos recuerdos a coco. Esta última característica me desorienta un poco, ya que espiando en la web de la viña los detalles de vinificación de esta etiqueta se habla solamente de guarda en roble francés y no en americano (vale recordar que las barricas del nuevo mundo aportan esos aromas y sabores a coco).

En boca seduce: es seco y de buen cuerpo y volumen, llenando la boca íntegramente; su acidez resulta fresca, mientras que las características de sabor remiten a los cítricos y la fruta blanca y, el final, es largo y agradable.

Sin dudas, me alegró la tarde / noche que va cayendo.

Mientras sigo aguardando el inicio de mi reunión, miro la copa ya vacía y me invito a mi mismo una segunda ronda. Y antes de pasar al dispenser para elegir la siguiente referencia, me felicito por elegir este lugar para cerrar como corresponde un intenso día de trabajo.



---