Por Alejandro Sciscioli

Para quienes estamos en los caminos del vino, sin importar el lado del mostrador en que nos encontremos, estar en un sitio con múltiples expositores atendiendo al público dando a degustar sus productos, es el paraíso. Eso fue lo que pensé al entrar al centro de eventos Carmelitas Center, anoche, para disfrutar de la primera noche de las dos que conformar la Expo Vino 2012.
De movida, la gran cantidad de stands intimida un poco, debido a que se puede llegar a creer que es imposible hacer la recorrida completa entre las 19.30 y 23.30. Pero la verdad que todo marchó bien en ese sentido. El tiempo alcanza y sobra.
Entonces, puntualmente ingresamos al salón, nos instalamos en el espacio gentilmente cedido por los colegas de la revista HC Gourmet, y arrancamos de lleno con el trabajo.
Hicimos muchas entrevistas bastante largas, a personajes tan interesantes como don Alfonso Undurraga, descendiente de la casta familiar fundadora de la famosa viña chilena homónima que hoy no es propietaria de la empresa, pero que lleva adelante en Colchagua y Curicó un más que interesante proyecto enológico con Terrapura. Y también pudimos conversar con referentes de Nieto Senetiner, Santa Carolina y Salentein, entre otros. De a poco iremos compartiendo en este espacio todos los reportajes.
Ahora bien, ¿qué degustamos? Bastante poco, por cierto, pero muy satisfactorio todo lo que llegó a las copas.

DEGUSTANDO, DEGUSTANDO. Quedé especialmente entusiasmado con el gran ensamblaje Las Mercedes, vino premium de la viña chilena J. Bouchon (que tiene Cabernet Sauvignon, Syrah y Malbec). Frutado, sedoso y muy equilibrado. Visiten el stand de Decanter, no se van a arrepentir. Se trata de una novedad de mercado y una gran oportunidad para degustar y analizar si nos conviene comprarlo.
Me gustó también el siempre confiable Finca Las Moras Black Label Bonarda. Con este no nos equivocamos: mucha fruta, más notas a café y chocolate.
Otra novedad de mercado presentada es el Luigi Bosca De Sangre, gran ensamblaje de Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah que se merece estar en tu copa. En verdad, imperdible: fruta, acidez, madera y estructura, todo combinado en un vino bien equilibrado.
Luego llegó a la copa el siempre maravilloso Parras Viejas, ese estupendo Cabernet Sauvignon chileno que Santa Helena obsequia al mundo. Suavidad, elegancia y expresión, cualidades que aportan uvas provenientes de parras que tienen más de cien años. No pierdan la oportunidad de comprar un par de cajas y sorprender a tus amigos.
Otro ¡guau! en el paladar fue el Cabo de Hornos, ese machazo blend premium de la viña chilena San Pedro, con 80% de Cabernet Sauvignon, más Syrah y Malbec. Según el colega Beto Barsotti, junto a quien degusté este vino y el anterior, si el primero era un Ferrari, este es un Lamborghini. Valen las comparaciones.
Me sorprendió toda la fruta que tiene en nariz Finca La Linda Corte Reservado, al que se le siente de lejos el Malbec en su composición. Entra muy bien en boca y presenta un gran equilibrio. En su rango de precio (aproximadamente G. 50.000 en supermercados), sin dudas que dará pelea a fuerza de calidad.
Mientras mi esposa se quedó conversando con unas amigas, fui al stand donde daban a degustar los productos de la viña chilena Aresti.  Me resultó interesante el Reserva Carmenere, elaborado con uvas del Valle de Curicó, típico vino chileno de esta cepa, algo herbáceo, sí, pero sin que molesten esas notas tan características de la cepa. También me sirvieron el Reserva Especial, un ensamblaje en cuya composición el Merlot y el Carmenere están presentes, cada uno aportando las típicas características propias de cada cepa y dando como resultado un vino para tomar y seguir tomando. Dos buenos embajadores del país trasandino.
Luego, el ánimo creció fuertemente tras probar el sudafricano Fleur Du Cap 2010, un Pinotage muy expresivo y rico. Animate a probarlo, no vas a arrepentirte.
El paso siguiente fue una recomendación del siempre inquieto Oliver Gayet, quien dijo: “si no probaste el Gran Malbec de Nina, andá y pedilo”. Hice lo que me dijo y, en verdad, una vez más este sommelier, importador y restauranteur dio en el clavo. Un Malbec, de la provincia argentina de La Rioja que nada tiene para envidiar a los grandes Malbec de Mendoza. Muy bueno.
También hubo tiempo para rencontrarme con el siempre buen DV Catena Cabernet-Cabernet (todo lo bueno que tenemos para decir de este vino, leelo haciendo clic aquí).
Luego, conversando con Carlos Daumas y Doreen Díaz, de Edesa, aprovechamos para degustar su siempre estupendo Ventisquero Grey Carmenere 2010, gran hijo de Chile que enamora al paladar desde el primer sorbo. Una y otra vez digo lo mismo al tomar este vino: ¡qué bueno es!
La última copa de la noche fue recomendación de Mariela Gavilán, también sommelier y empresaria, quien no dudó en depositar en nuestras copas a su preciado Santa Alicia Millantu 2007, un blend chilenísimo en el cual el Carmenere está a flor de piel. Lo mejor de esta etiqueta llega con el larguísimo y sorprendente final en boca, agradable y algo picantito. Imposible dejar de tomarlo.
Esta noche iré a visitar a los demás expositores, ya que el recorrido debe ser completo. Amigos de El Imperio, London Import, Casa Módiga, etc, ¡allá vamos! Por favor no se enojen con nosotros si no llegamos a visitarlos ayer. Y mañana, claro, te encontrarás con la correspondiente crónica.
Si no fuiste anoche, no podés dejar de ir hoy. Vas a disfrutar de muchas opciones vineras, la gran mayoría muy buena.
Y acordate de llevar suficiente efectivo para el taxi, ya que luego de degustar y degustar, manejar no es una opción inteligente.