Siempre es mejor compartir buenas noticias, y más si estas se relacionan con grandes vinos. Entonces, es una alegría comunicar que ya se encuentra en el mercado local Enclave, el nuevo ícono de Viña Ventisquero, según nos confirmaron desde la oficina de la empresa que importa localmente la marca.
No hace mucho, un miembro del equipo enológico de la viña, Angel Marchant, nos comentaba en una entrevista varios de los aspectos que fueron tenidos en cuenta durante los diez años que duró el proyecto, desde que se planteó hasta que llegó a la botella.
Ahora, los consumidores paraguayos ya pueden disfrutar de este producto que sin dudas quedará entre los grandes Cabernet Sauvignon de Chile.
UNA ECUACIÓN PERFECTA. “Para Viña Ventisquero ir un paso más allá es sinónimo de exploración constante. No importa que tan grande sea el desafío, ni cuánto dure la travesía. Bien lo saben los enólogos Felipe Tosso y John Duval, quienes luego de 10 años de búsqueda lograron dar vida a Enclave. Un Cabernet Sauvignon especial, que sorprenderá y se transformará en referente del vino chileno. Un vino que se suma a la alta gama de la viña”, comienza un documento sobre la etiqueta, recibido en nuestra redacción.
Se agrega que desde que se lo plantearon, su objetivo fue hacer un Cabernet Sauvignon distinto. Lo suyo era lograr una mezcla compleja y elegante que se acercara a las de Bordeaux. La gran pregunta era cómo lograr la diferencia, considerando que Chile es un importante productor de esta cepa. Razón por la que además Don Gonzalo Vial, propietario de la Viña, anhelaba para Ventisquero un Cabernet de excelencia.
La historia de esta búsqueda se remonta a 2001 cuando en plena cosecha de Grey Cabernet Sauvignon, Felipe Tosso, enólogo jefe de Viña Ventisquero, comenzó a mapear en el viñedo de Trinidad aquellos cuarteles que podrían servirle para cultivar la cepa.
Dos años más tarde, el proyecto de este Cabernet Sauvignon de alta gama, adquirió aún más fuerza con el arribo del reconocido John Duval a la viña. El enólogo australiano se sumaba al equipo como consultor luego de 29 años de exitoso trabajo en Penfolds, y la idea de crear un Cabernet Sauvignon le parecía tremendamente atractiva.
Sin embargo, los primeros frutos de esta colaboración enológica los llevaron por la ruta del Syrah, y el resultado fue Pangea 2004, uno de los vinos más reconocidos de Chile.
El éxito del ícono de Ventisquero no significó archivar el proyecto de Cabernet Sauvignon. Por el contrario, la excelencia de Pangea demostraba que se podían hacer grandes vinos, pero había que volver al origen, al terroir.
Felipe Tosso recuerda: “Nos dimos cuenta que necesitábamos parras más antiguas, de más de 20 años nacidas en el mejor terroir del país para esta cepa. Fue así como en la vendimia 2005 comenzamos a mirar más allá de nuestros viñedos y empezamos a buscar uvas de otros lugares”.
La búsqueda los llevó por viñedos de más de 100 años en Apalta y Alto Cachapoal, pero fue Maipo Alto el que cumplió con sus altas y complejas expectativas. Enfocaron su investigación hasta que llegaron a Pirque, un lugar que se nutre de la influencia de la cordillera de Los Andes y del río Maipo. Ahí en pleno clima mediterráneo, con oscilaciones térmicas más extremas que las del valle central y la costa, dieron con el lugar preciso.
En este proceso de búsqueda fue fundamental el aporte de Sergio Hormazábal, enólogo de Viña Ventisquero, quien a su experiencia en Cabernet Sauvignon suma un acabado conocimiento de la geografía del Maipo. Fue así como Pirque y sus viñedos en altura definieron el origen de Enclave.
LA CLAVE ESTÁ EN LA MEZCLA. Pero no sólo el clima favorecía la concentración frutal y de taninos que se requiere para un Cabernet Sauvignon. La complejidad de los suelos precordilleranos también aportó.
La influencia del río Maipo hace que los terrenos de Pirque tengan buen drenaje y baja fertilidad lo que permite que las uvas provenientes de parras equilibradas de más de 20 años maduren lentamente entregando un Cabernet Sauvignon de sabores más frescos, gran estructura, taninos firmes y elegantes.
Las condiciones estaban dadas. Sin embargo, John Duval no estuvo satisfecho hasta que encontró el cassis y la definición tánica que buscaba. Sabía que sólo así podría lograr la estructura y complejidad tánica que para él definen un buen Cabernet Sauvignon: “Felipe y yo sentíamos que si queríamos producir un cabernet ícono teníamos que buscar una dimensión y expresión diferente a la que se obtenía de los viñedos de Ventisquero donde nace Grey single block cabernet”.
“Después de probar muchos cabernet de diferentes orígenes, decidimos que trabajaríamos con las uvas de esta cepa de viñedos ubicados en Alto Maipo. Luego de dos vendimias estábamos seguros de que gracias a la calidad de estas uvas y el acercamiento enológico que habíamos tenido íbamos a lograr un vino sobresaliente. Uno que pudiéramos estar orgullosos de bautizar como Enclave y que representara el mejor Cabernet de Viña Ventisquero”.
EL TRABAJO DE LOS ENÓLOGOS. Asumiendo la complejidad de la uva chilena los enólogos definieron que este Cabernet Sauvignon debía tener una mezcla distinta: Clásica pero con identidad chilena. Una mezcla que considerara Petit Verdot, Cabernet Franc y
Carménère. Sólo así podrían ser fieles a su idea original.
En palabras de Felipe Tosso: “La base de esta mezcla es el Cabernet Sauvignon, pero con John Duval quisimos sumar complejidad de manera de que cada variedad aportara una característica distinta. Así Enclave se fue construyendo de a poco. Mientras el Cabernet le da estructura y aporta fruta, el Petit Verdot potencia esa estructura, el Cabernet Franc agrega floralidad y especias, en tanto que el Carménère suaviza los taninos y da complejidad a la mezcla”.
John Duval agrega: “Enclave es un vino complejo y estructurado, un cabernet elegante que refleja los aromas intensos, y la expresión del cassis del terroir de Maipo Alto”.
Felipe Tosso, lo complementa y agrega “La esencia de Enclave está relacionada con Pirque. Con la altura, la cordillera, los vientos y las piedras que abundan en este paisaje único en el que las montañas parecieran envolver al Río Maipo. Enclave es un vino que pensamos durante mucho tiempo, teníamos el concepto y los gustos que queríamos lograr en la cabeza, pero no se concretaron hasta que nació Enclave. Fue un largo viaje, pero muy sólido. Hoy puedo decir que degustar una copa de Enclave es un desafío a los sentidos, un reto a descubrir el misterio de su origen”.
Llegó a Paraguay el nuevo ícono de Ventisquero
Se trata de Enclave, un vino que es fruto del trabajo conjunto de dos grandes enólogos, Felipe Tosso y John Duval, quienes luego de 10 años de búsqueda lograron dar vida a este Cabernet Sauvignon que sin dudas hará historia.
Diciembre 02, 2013