Por Alejandra Gavigán
En el año 2001, la afamada Viña San Pedro hace un homenaje a la fecha de la fundación de la viña, 1865, y fue en ese momento en que el año se transformó en el nombre de una etiqueta muy apreciada. Estos vinos buscan representar las emblemáticas variedades de los diferentes terroirs de los cuales se eligen las cepas. Esto se debe a la gran cantidad de uvas que se plantan en los distintos valles: desde Cabernet Sauvignon del Valle de Maipo, Carmenère y Malbec del Valle del Maule, Syrah en el Cachapoal y, desde 2007, el primer blanco de la línea, un Sauvignon Blanc del Valle de Leyda, la línea Single Vineyard es trabajada observando todas las condiciones de la variedad, el suelo y el clima –o terroir–, para producir vinos con personalidades y calidad únicas y consistentes en el tiempo.
Una de las características que definen al terroir del Elqui de San Pedro son las menores temperaturas que existen en las otras tradicionales regiones vitivinícolas de Chile, lo cual hace más favorable la obtención de vinos que tengan mayor expresión frutal, al igual que taninos suaves y complejos. La oscilación térmica entre el día y la noche supera los 20°C, una variación ideal para obtener polifenoles sanos en el vino. Uno de los viñedos se ubica a 700 metros sobre el nivel del mar, donde los suelos son coluviales e incluyen granito y piedras angulares. Esto constituye un subsuelo restrictivo, que impide un exceso de vigor en las plantas, especial para el objetivo de Matías Cruzat, enólogo de esta línea.
Los vinos de 1865 fueron recientemente premiados como Smart buy por revistas como Wine Enthusiast, además de obtener 91 y 92 puntos del MW Tim Atkin.
EN PARAGUAY. En el país contamos con 1865 Single Vineyard Carmenere y el 1865 Single Vineyard Cabernet Sauvignon. En nuestra redacción los conocemos muy bien, por lo que no extrañó en lo más mínimo los recientes reconocimientos obtenidos por ambas etiquetas.
Así, 1865 Single Vineyard Carmenère 2015, en la última edición de Wine Enthusiast fue valorado con noventa 90 puntos. Michael Schachner, editor de dicha revista lo calificó de la siguiente manera: “Los aromas a hierbas de tabaco verde, frutas negras y café molido requieren cierta comprensión del Carmenère para apreciarlo plenamente. Un paladar grueso y saturado pero equilibrado por la acidez tartárica. Los sabores a base de hierbas y moras son leñosos y muestran un toque de grafito, mientras que el café, el algarrobo y los tostados se mezclan con notas verdes en el final. Ideal para beberlo hasta el 2020”. Cabe destacar también que Natalia McLean y James Suckling calificaron al mismo vino con 90 y 91 puntos, respectivamente.
En la misma revista, el 1865 Single Vineyard Cabernet Sauvignon 2015 fue premiado con 91 puntos, siendo el comentario de Schachner el siguiente: “los aromas de oliva, carne a la parrilla, ciruela asada y alquitrán de carretera de este vino son más arenosos que afrutados. Está lleno y es duro en el paladar pero con taninos suaves. Con sabores de ciruela asada y hierbas de bayas, este vino es grueso y cremoso en el final”. También hay que destacar que este vino fue calificado como smart buy y no dudamos del porqué.
Semejantes descripciones nos hacen agua la boca. Por ende, estos vinos son altamente recomendados para abrirlos en un asado o, por qué no, disfrutarlos solos para poder experimentar cada una de las sensaciones más arriba descriptas.
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