Por Daniel Fassardi
Por lo general, cuando pensamos en un Cabernet Sauvignon lo primero que se puede imaginar es un vino con gran cuerpo, fuerte, de taninos bien presentes. Esa es mayormente la percepción cuando nos topamos antes un vino elaborado a partir de esa maravillosa cepa tinta. Ahora bien, lo bueno de estos artículos es que la finalidad apunta a relatar buenas sorpresas percibidas en la copa. Y el protagonista de este relato es un vino sudafricano de esta variedad.
Todo comenzó cuando el editor de esta página publicó en sus estados en redes sociales unas etiquetas que estaba descorchando. Precisamente me llamó la atención una de ellas: un Nederburg The Winemasters Cabernet Sauvignon, una marca de Sudáfrica que está presente en el mercado local desde hace un buen tiempo. Al instante me dije “tengo que probar”.
Hecho el ejercicio de ir al supermercado a comprar la botella en cuestión (por suerte este vino tiene buena presencia en puntos de venta) me preparé para el sano ejercicio de la degustación, que fue compartido con mi amiga L, una dama que nunca deja de sorprenderme.
¿Con qué me encontré? Parafraseando a mi querido Tito Caro, este vino me tuteó de entrada. No hubo un tímido “usted”, mucho menos me dijo “señor”. Directamente, a primera nariz, ya me encontré con un vino realmente amigable. De color rojo rubí, su nariz es limpia y de intensidad media, con aromas a grosellas, cerezas, matices de pimienta negra y algunos recuerdos a vainilla (vale aclarar que este vino tiene 12 meses de crianza en roble); en boca es seco, de acidez media, taninos medios (presentes, pero finos) y con cuerpo medio + , mientras que como características del sabor se perciben fruta madura, cereza y delicados sabores de especias de roble, más un final medio + muy agradable.
Lo imagino como un buen compañero de los típicos asados a la paraguaya, con diversidad de cortes vacunos en la parrilla, aunque también acompañará muy bien guisos y quesos maduros.
En nuestro caso, el acompañamiento fueron unas infalibles empanadas de lomo salteado de Sabores de Mi Tierra. ¡Muy buena armonización!
Anteriormente había probado vinos de esta marca, y siempre quedé gratamente sorprendido. ¡Y este Cabernet no fue la excepción!
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